
Según Fedesarrollo, la iniciativa es un 9% superior frente al presupuesto de 2025, y más del doble de la inflación esperada para 2026.
Esta semana, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Hacienda, presentó ante las comisiones económicas de Congreso, el proyecto del Presupuesto General de la Nación del 2026 para su debate.
Tras esta exposición, el director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, advirtió que la iniciativa volvería a repetir problemas del pasado relacionados con el recaudo para la financiación del gasto y tensiones en la caja del ejecutivo.
Según Mejía, el presupuesto presentado por el Gobierno para aprobación del Congreso, por $557 billones, equivale al 28,8% del PIB, el segundo más alto en la historia, solo superado por el de 2024 (29,5% del PIB).
Para el líder del centro de estudios económicos, esto implica un crecimiento del 9% frente al presupuesto de 2025 ($511 billones), más del doble de la inflación esperada para 2026 (3,9%).
«Ante la delicada situación fiscal, es fundamental discutir un presupuesto más austero, que evite repetir los problemas de los últimos años: un recaudo insuficiente para financiar el gasto y crecientes tensiones de liquidez en la caja del Gobierno», dijo el experto.
Reforma tributaria
En la presentación a las Comisiones Económicas Conjuntas de Senado y Cámara, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, reiteró que es necesaria la aprobación de la nueva reforma tributaria con el fin de financiar $26,3 billones de este Presupuesto.
“Creemos que la propuesta que vamos a traer de la ley de financiamiento va a garantizar no solamente la estabilidad del Presupuesto del 2026, sino que para los próximos cinco años va a asegurar ingresos consistentes o recurrentes que van a garantizar el equilibrio fiscal del próximo cuatrenio, con esta propuesta la reforma tributaria está más pensando en los próximos años que en el ejercicio del 2026 para el actual Gobierno”, aseveró Ávila.
Además, el titular de la cartera anunció que revisará los beneficios tributarios del IVA, aplicados al consumo de bienes y servicios «mayoritariamente» de las personas con mayores ingresos. Así mismo, confirmó en la presentación que la iniciativa plantea gravar más a los consumidores de licor y de tabaco e incrementar la progresividad de los impuestos sobre la renta y el patrimonio.
De la misma forma, pretende fortalecer los esquemas de tributación del impuesto al carbono, el impuesto al consumo y de los impuestos saludables.