
La estrategia que tiene Fedesarrollo para corregir el déficit fiscal y reactivar la inversión.
El mecanismo, que consta de tres pilares, pretende disminuir las distorsiones tributarias, mejorar la inversión y reducir la pobreza de personas vulnerables.
Fedesarrollo presentó una estrategia fiscal que incluye un paquete de reformas en materia tributaria, de gasto público, laboral y de protección social. Según el centro de pensamiento, estas medidas generarían un ajuste fiscal equivalente a 2,8% del PIB, incrementarían la inversión de 16% a 23% del PIB, reducirían la pobreza en 2,6 puntos porcentuales y mejorarían la distribución del ingreso.
El centro de pensamiento señaló que, en los últimos cinco años, el déficit fiscal promedio se ubicó en 6,4% del PIB, tres puntos porcentuales por encima del promedio registrado entre 2000 y 2019. Como consecuencia, la deuda neta del Gobierno central alcanzó 59,3% del PIB en 2024. Fedesarrollo advirtió que, de no adoptarse medidas correctivas, este indicador superaría el límite establecido por la regla fiscal. Además, la tasa de inversión cayó a 16,1%.
“El próximo gobierno recibirá una situación fiscal crítica, con un déficit estructural elevado, bajo nivel de inversión y grandes desafíos sociales. Esta propuesta demuestra que es posible corregir el rumbo fiscal sin frenar el crecimiento y, por el contrario, usándolo como principal motor para reducir la pobreza y la desigualdad”, advirtió el director ejecutivo del centro, Luis Fernando Mejía.
El pilar fiscal
El primer pilar es el fiscal. A través de esta estrategia, Fedesarrollo planteó realizar ajustes en materia tributaria, señalando que el sistema actual presenta distorsiones. Entre las medidas iniciales, se propone aumentar el umbral de declaración de renta anual para personas naturales, de $34,85 millones a $69,71 millones.
Con este mecanismo buscaría incorporar 2,3 millones de nuevos declarantes y estableciendo 11 tramos con tarifas marginales progresivas de 0% a 39%. “Generarían un recaudo adicional de 0,5% del PIB”.
En cuanto a las empresas, Fedesarrollo propuso reducir gradualmente la tarifa nominal de 35%, eliminar las sobretasas sectoriales e implementar un esquema de tarifas progresivas según el tamaño de la renta líquida gravable: 24% para las pequeñas empresas, 28% para las medianas y 33% para las grandes.
En materia de IVA, se propone aumentar la tarifa reducida de 5% a 10%, limitar las exenciones a bienes esenciales (alimentos, medicinas, educación y salud) y sustituir el mecanismo de devolución por un sistema de no pago para los hogares de los dos primeros niveles.
Del lado del gasto, las principales medidas incluyen: eliminar el subsidio al diésel y las exenciones a biocombustibles (0,5% del PIB); mejorar la eficiencia del SGP en salud y educación (0,3% del PIB); focalizar los subsidios de servicios públicos mediante Sisbén IV (0,2% del PIB); y contener el crecimiento del gasto en personal (0,4% del PIB). Aseguró que, en conjunto, la propuesta generaría un ajuste directo de 2,2% del PIB.
Pilar de inversión
La inversión ha sido uno de los sectores más afectados en los últimos años. Ante esta situación, en este pilar propone elevar la tasa de inversión hasta 23% del PIB para 2031, mediante la reducción de la tarifa efectiva corporativa.
Además, se propone retomar el cumplimiento de la regla fiscal, así como garantizar la estabilidad jurídica y contractual en proyectos de inversión.
“Estas medidas, junto con la reducción de la incertidumbre de política económica, generarían una mejora del balance fiscal indirecto de 0,6% del PIB. Así, el ajuste total alcanzaría 2,8% del PIB hacia 2031”, explicó.
Pilar social
En este plan busca resolver la desigualdad en los hogares más vulnerables. La propuesta plantea unificar los programas actuales en una transferencia única para menores de 65 años en pobreza extrema, con un monto de 1,5 líneas de pobreza anual por beneficiario.
Según las estimaciones de Fedesarrollo, la implementación conjunta permitiría elevar la inversión de 16% a 23% del PIB hacia 2031; disminuir la pobreza monetaria en 2,6 puntos porcentuales (1,4 millones de personas) y la pobreza extrema en 2,9 puntos (1,5 millones de personas); y reducir el coeficiente de Gini en 2,1 puntos.