
La Junta del Emisor, decidió dejar este indicador en 9,25%, cifra que ha sostenido en los últimos meses.
La Junta Directiva del Banco de la República decidió mantener su tasa de interés en 9,25% por quinto mes consecutivo, en línea con las expectativas del mercado y el consenso de distintos analistas.
La decisión se da en un contexto en el que la inflación anual se mantiene en 5,18%, con una tendencia ascendente en los últimos meses. Aunque el indicador ha caído ligeramente frente a 2024, todavía supera con holgura el rango meta del Emisor (3%), lo que llevó a la Junta a optar por una posición cautelosa.
Inflación persistente y expectativas al alza
Según analistas del Grupo Cibest, se resalta que las expectativas de inflación también aumentaron, alcanzando 5,2% para diciembre de 2025 y 4,2% para diciembre de 2026, ambas por encima del rango de tolerancia del Banco de la República. Este comportamiento, aseguran, refleja la persistencia de presiones de precios en alimentos, servicios y vivienda, lo que limita el margen para una reducción inmediata de tasas.
“Las expectativas continúan muy por encima del objetivo del Emisor, y es necesario evitar un relajamiento prematuro que reactive la inflación”, advirtió el gerente general del banco, Leonardo Villar.
Posibles implicaciones para la economía
Según los analistas del Grupo Cibest, la inalteración de la tasa de interés conllevaría diferentes implicaciones en varios sectores de la cadena de la economía.
En cuanto a crédito e inversión, mencionan que las tasas altas mantendrían la demanda de crédito contenida, especialmente en consumo y vivienda.
Por el lado de las empresas, el costo financiero seguiría siendo un reto para la rentabilidad, aunque la estabilidad de tasas puede reducir la incertidumbre cambiaria.
Sobre el consumo, aseguran que los hogares continuarán priorizando el gasto esencial, lo que afectará sectores sensibles como comercio, automotores y servicios no esenciales.
Finalmente, sobre la inflación y tipo de cambio, aseguran que la decisión podría contribuir a estabilizar el peso colombiano, que ha mostrado volatilidad por factores externos, y a evitar un rebrote inflacionario.
«Resaltamos que la evolución creciente de las expectativas de inflación y la todavía elevada prima de riesgo para Colombia han revelado la necesidad de mantener una postura altamente contractiva en la política monetaria«, apuntaron.