Según el Dane, la tasa de desocupación de marzo se ubicó en 9,6%, frente al 11,3% de hace un año. El rebusque continúa creciendo, frenando avances.
En marzo, el desempleo en Colombia generó una gran sorpresa ante la reducción significativa que tuvo este indicador macroeconómico. Según cifras del Dane, la tasa de desocupación en el tercer mes del año anual se ubicó en 9,6%, para una reducción de 1,7% frente al 11,3% de hace un año.
En marzo, el desempleo en Colombia generó una gran sorpresa ante la reducción significativa que tuvo este indicador macroeconómico. Según cifras del Dane, la tasa de desocupación en el tercer mes del año anual se ubicó en 9,6%, para una reducción de 1,7% frente al 11,3% de hace un año.
En marzo, el desempleo en Colombia generó una gran sorpresa ante la reducción significativa que tuvo este indicador macroeconómico. Según cifras del Dane, la tasa de desocupación en el tercer mes del año anual se ubicó en 9,6%, para una reducción de 1,7% frente al 11,3% de hace un año.
“Hay que considerar que así caigamos del 10%, Colombia tiene más del doble de la tasa de desempleo de América Latina, entonces lo que deberíamos celebrar y ojalá que fuera un objetivo de política, es llegar a una tasa de desempleo del 5% o 4,5% donde está el resto de América Latina y no celebrar simplemente caídas del 10%. Debe haber sostenibilidad de esto y ojalá siga cayendo, pues va a depender que generemos buenos puestos de trabajo, que las empresas generen incentivos para emplear personas y recordemos que algo estructural del empleo en Colombia es que el 42% del empleo son empleados cuenta propia, es decir que se emplean ellos mismos”, puntualizó.
Actividades primarias y secundarias jalonaron
Dentro del informe de desempleo de marzo 2025 se reveló que de los 23,7 millones de ocupados la actividad económica que más jalonó la cifra fue la agricultura, la ganadería, la caza, la silvicultura y la pesca que generó 381.000 puestos nuevos.
A esta le siguió la industria manufacturera al reportar 281.000 personas más, el alojamiento y los servicios de comida ocuparon a 153.000 más, el transporte y el almacenamiento (132.000) y la construcción (125.000).
Por el contrario, fueron tres las actividades económicas que reportaron pérdidas en sus ocupados. Así se evidenció en la administración pública, defensa, educación y atención a la salud humana que dejó a 153.000 sin empleo y el sector financiero y de seguros que perdió 71.000 puestos.
La informalidad enciende las alertas
Otra de las cifras que entregó el Dane está relacionada con la informalidad en Colombia. Con corte a marzo del 2025, el indicador se ubicó en 57,7%, evidenciando un incremento del 1,6% frente al 56,1% que se presentó el año pasado. Para Fedesarrollo este es un dato al que se le debe hacer zoom, debido a que se está generando empleo, pero no con buenas condiciones.
“¿Cuál es la preocupación que tenemos desde Fedesarrollo? El comportamiento de la informalidad laboral que ha subido en el último trimestre, en el cual hay información. Eso indica que buena parte de la generación de empleo que se está viendo, tiene que ver con empleos informales de baja calidad y eso no es buena noticia. Hay que esperar y ojalá sea que la generación de empleo se concentre en empleos formales de calidad que permitan mejorar las condiciones de los ocupados en Colombia. La informalidad sigue siendo muy alta y de los casi 23,7 millones de ocupados, 13,7 millones son ocupados informales y solo 10 millones son ocupados formales, o sea que ahí todavía el país tiene un camino muy importante por recorrer”, aseguró Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.
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Al respecto, la presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, aseguró que el problema de la informalidad es que no genera ningún tipo de beneficio para el trabajador y afecta al crecimiento de la economía.
“La informalidad es un problema porque deja a los trabajadores desprotegidos, sin derechos ni beneficios, afecta la productividad, ya que muchas veces son empleos inestables y de baja calidad, disminuye los ingresos del Estado, porque no se pagan impuestos ni contribuciones e impide que el país crezca de manera sostenible, porque frena la creación de empresas fuertes y formales. Por eso, más que celebrar, este dato debe hacernos reflexionar: no se trata solo de bajar el desempleo, sino de generar empleos formales, estables y dignos”, aseveró Lacouture.
Por lo tanto, hizo un llamado para que se fomente la formalidad con reglas claras, costos laborales razonables, acompañamiento a emprendedores y una reforma laboral que funcione para todos.