El Gobierno Nacional no consideró acertada la decisión; el ministro de Hacienda expresó que el recorte debió ser de 50 puntos básicos.
La Junta Directiva del Banco de la República decidió mantener la tasa de interés de política monetaria en 9,25 %. Leonardo Villar, gerente del Emisor, señaló que cuatro directores votaron a favor de mantener la tasa, mientras que dos optaron por una reducción de 50 puntos básicos y uno por una reducción de 25 puntos básicos.ARTÍCULO RELACIONADO
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Villar explicó que la decisión se tomó teniendo en cuenta varios elementos, entre ellos, que la inflación en abril y mayo mostró un «descenso marginal», pasando de 5,2% a 5,1%. Por su parte, la inflación básica, que excluye alimentos con precios altamente volátiles, se redujo de 4,9 % a 4,8 %.
El gerente también manifestó que el aumento del déficit fiscal previsto para 2025 y los años siguientes representa un reto importante para la sostenibilidad de las finanzas públicas, ya que, reduce el margen de maniobra y limita la posibilidad de relajamiento de la política monetaria.
Luego añadió que la actividad económica ha mostrado señales de recuperación: el PIB se expandió un 2,7% en el primer trimestre del 2025, superando tanto los pronósticos de los equipos técnicos del Banco (2,5 %) como el crecimiento del último trimestre de 2024, que fue de 2,6 %. Villar indicó además que en el segundo trimestre de 2025 se sugiere que ese dinamismo habría continuado, y que el pronóstico de crecimiento para todo 2025 se mantiene en 2,7 %.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, expresó que el crecimiento económico actual ameritaba una reducción de 50 puntos básicos en la tasa de interés.
«El Gobierno no comparte la decisión, considera que esta va en contravía del esfuerzo de impulsar el crecimiento económico. Creemos que siguen existiendo y consolidándose una serie de variables macroeconómicas que permiten actuar de manera mucho menos contractiva en la política monetaria del Banco de la República», dijo el ministro Ávila.
También agregó que ha habido una senda de reducción en la inflación, y que existen indicadores de crecimiento positivos, aunque aún insuficientes. Señaló que el crecimiento económico debe ser mayor, pero que para lograrlo es necesario «generar las condiciones adecuadas» desde el punto de vista económico y fiscal.
En cuanto al desempleo y las tasas de interés del sistema bancario, indicó que todavía existe un margen para continuar reduciendo la tasa de referencia. Respecto a la situación fiscal, reconoció que, si bien afecta la percepción general de la coyuntura económica, se han formulado las proyecciones macroeconómicas hasta 2036 dentro del Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Ávila afirmó que el crecimiento económico está directamente relacionado con la reducción de la tasa de intervención del Banco de la República, y subrayó la necesidad de continuar el diálogo con los demás miembros de la Junta Directiva del Banco para que las metas planteadas en materia de reducción de tasas sean viables, alcanzables y concretas.
La calificación de Standard & Poor’s y Moody’s
En cuanto a la reducción en la calificación soberana por parte de Standard & Poor’s y Moody’s, el ministro Ávila manifestó que, si bien Moody’s presentó una rebaja, mantiene el grado de inversión con perspectiva estable.
Para él, la calificadora explicó que sostiene esta perspectiva porque considera que la economía colombiana «muestra señales de estabilidad». Luego dijo que «estas opiniones son relevantes porque las calificaciones crediticias influyen directamente en los mercados, así como en la administración de la deuda pública y en la colocación de títulos por parte del Gobierno».
“Creemos que es importante conservar una buena calificación”, recalcó Ávila. Sin embargo, manifestó que el país atraviesa una coyuntura «excepcional y volátil».
El ministro explicó que esa volatilidad se debe en parte a las tensiones comerciales internacionales y a los conflictos en Medio Oriente, «factores que inciden en el contexto económico global». Particularmente, señaló que los precios del petróleo han mostrado una gran inestabilidad, por lo que parte de las evaluaciones de las calificadoras responden a estas «incertidumbres externas».