
Los rezagos en minería, construcción e inversión productiva; mantienen las alertas entre los gremios y los analistas.
La publicación del Índice de Seguimiento a la Economía (ISE) de julio de 2025 encendió un debate sobre la verdadera fortaleza de la recuperación económica del país, ya que aunque el Dane reportó un crecimiento anual de 4,3% frente al mismo mes de 2024, las reacciones de gremios y analistas coincidieron en que se trata de un repunte alentador, pero con bases débiles.
Portafolio recogió las voces de varios analistas y gremios, quienes coinciden en que el dato, que refleja una mejora frente a los últimos dos años, estuvo impulsado por el buen desempeño de las actividades secundarias, con un alza de 4,3%, y de las terciarias, que crecieron 5,5%.
En contraste, el sector primario (agricultura y minería) volvió a terreno negativo, con una caída de -1,6% y así, en el acumulado entre enero y julio, la economía creció 2,7%, por encima del 1,4% que se había registrado en el mismo lapso de 2024.
Los gremios ven señales mixtas
Desde la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), su presidente, Bruce Mac Master, reconoció que el resultado es positivo en términos de ritmo económico, pero advirtió que el crecimiento no es homogéneo y que sectores claves como la construcción y la minería siguen rezagados.
Para Mac Master, “este crecimiento no es suficiente, ya que sectores importantes aún se encuentran rezagados, como lo son la minería y la construcción. Este comportamiento heterogéneo afecta a través de sus encadenamientos a más sectores económicos, por tanto, es necesario una estrategia de crecimiento económico que impulse de forma homogénea a toda la economía”.
El dirigente gremial también subrayó la importancia de mantener un entorno macroeconómico estable que incentive la inversión, advirtiendo que “los bajos niveles de inversión comprometen el crecimiento económico del presente año y del mediano plazo”, insistiendo en la necesidad de una estrategia de largo aliento que permita al aparato productivo generar valor agregado y más empleo formal.
En la misma línea, aunque con un análisis más técnico, Valentina Guio, economista senior de Scotiabank Colpatria, resaltó que el crecimiento se apoyó principalmente en los servicios, destacando que actividades como administración pública, entretenimiento, comercio, transporte, alojamiento y servicios financieros registraron expansiones superiores al 6%. Frente a esto, las primarias cayeron cerca del 2%, arrastradas sobre todo por el mal desempeño de la minería a lo largo del año.
Guio señaló además que “desde nuestro punto de vista, está soportado principalmente por el consumo de los hogares, que por un lado ha tenido un choque muy fuerte en los ingresos debido a la entrada histórica de remesas que hemos evidenciado en lo corrido de este año y siguiendo con la misma tendencia que vimos la entrada de remesas histórica durante todo 2024”.
Con este panorama, Scotiabank prevé que la economía crecerá un poco por encima de sus expectativas iniciales para 2025, que se situaban entre 2,6% y 2,7%. Sin embargo, Guio fue clara en advertir que estos datos refuerzan la cautela del Banco de la República y según su lectura, la autoridad monetaria mantendrá la tasa de interés en 9,25% durante el resto del año, debido al repunte reciente de la inflación y a la fortaleza de la demanda interna.
Llamado a una base productiva sólida
Desde el sector empresarial internacional, la directora de AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, fue tajante y dijo que fue un “buen dato, pero frágil”. Para ella, el 4,3% de julio es un rebote débil porque carece de respaldo en la base productiva. Si bien los servicios avanzaron 5,5% y ayudaron a empujar el indicador, la caída de las actividades primarias y la debilidad estructural de sectores como la construcción ponen en entredicho la sostenibilidad del crecimiento.
Lacouture pidió medidas concretas para destrabar la inversión. Entre ellas, menos trámites, reglas claras, ejecución de proyectos de infraestructura que reduzcan costos y programas de formación técnica que fortalezcan la productividad. Sin estos cambios, advirtió, la recuperación seguirá dependiendo de los servicios, sin un verdadero soporte en sectores estratégicos de la economía.
De esta forma, aunque el resultado del ISE de julio muestra una economía más dinámica que en los últimos dos años, los expertos coinciden en que persisten fragilidades, ya que el motor de los servicios ha permitido acelerar el crecimiento, pero el rezago en minería, construcción e inversión productiva genera preocupación.